Buscando hace unos minutos un pictograma para mi trabajo (a todo esto, soy redactor técnico y me dedico a elaborar manuales de usuario y de servicio), me he encontrado con el siguiente cartel:
¿Cuándo veremos esto en el metro de Bilbao (léase Euskotren/Renfe/etc. y otras ciudades al sur de los Pirineos)?
Cuando entro en conversación con mis familiares y amigos en la fase de "esto es lo que no me gusta" y "vamos a arreglar el mundo", me aparece mucho este tema del civismo... Es posible que en Japón se llegue a veces a los extremos del silencio y que la incomunicación sea mayor. Pero yo creo que por estos lares también nos vamos al otro extremo: el de "yo voy a mi bola y si molesto que se atrevan a decirme algo que les monto la bronca y de paso descargo mi mala leche con el resto del mundo".
Este extremo del "no civismo" tiene también una variante que yo titularía "el suelo de la calle es de todos, ensucia la tuya".
Mis últimas experiencias se centran en dos tipos de elementos:
- El que va con la música de su reproductor (por lo general un móvil) sonando distorsionada (!) a través del altavoz. Como dice mi hermano "¿Por qué tengo que escuchar tu música?" (en el caso de que se trate de "música").
- Salir del metro pidiendo permiso. Al abrirse las puertas se encuentra uno en muchas ocasiones con la gente plantada enfrente, haciendo caso omiso al pictograma fácilmente interpretable por alguien con un intelecto mínimo.
Por curiosidad, me he metido en la web de metrobilbao y he encontrado cosas interesantes, pero no el pictrograma al que me refiero de "dejar salir antes de entrar".
Pero como decía "Platero y tú": "Tiene dos dedos de frente y nunca usa los dos."...
Ah, y para cuando tengamos a los conductores de autobús avisándonos por megafonía que van a frenar bruscamente... Si, eso lo hacen en Japón.
Para finalizar dos ejemplitos más del lejano páis nipón: