Acabo de ver el vídeo que adjunto abajo. Un estilo muy claro y muy francés (no sólo por el idioma).
Muy didáctico de lo que pasa en el mundo...
En resumen: recuparando el "J'accuse...!" de Émile Zola. La acusación es de que los europeos somos ahora unos hipócritas...
hipocresía.
(Del gr. ὑποκρισία).
1. f. Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.
31 de mayo de 2010
16 de mayo de 2010
Como vender mejor el go
(Parte seria)
Hace ya un tiempo leí una entrada de un jugador de go sobre la mala "venta" que tiene go en Europa.
Se refleja que el go echa para atrás a mucha gente, porque se presenta como algo muy difícil de jugar (cuatro veces una partida de ajedrez) , sólo al alcance de gente "rara" del mundo de las ciencias exactas.
Termina el escrito con una idea tipo "estudio de mercado"... y si siguiera esos pasos finalizaría con algo así como con la campaña de estolopodemosquearreglarentretodos.org o como se llame. Es decir, gastándose un dinero gordo para hacer publicidad insustancial.
Yo creo que el mejor camino y bastante barato, sería acercarse al go desde su vertiente cultural, como juego ancestro que es (el más viejo del mundo) y como elemento pedagógico que puede aportar mucho para mejorar el mundo en que vivimos. Y para acercar al go a personas interesadas en estas vertientes, tendriamos que convencer a responsables de centros culturales vinculados con actividades "orientales" y directores de educación. Por aquí podríamos encontrar un camino bastante eficiente, dado que el go encontraría un camino natural.
Mi experiencia personal en los torneos de go en España es muy breve pero vi a gente muy cerebral sin esas maneras de comportarse tan o más importantes que el resultado del propio juego en si, allá en las partidas que he podido disfrutar con jugadores orientales. Y ese ambiente lo consigue sólo alguien que se acerca al go desde el lado cultural, no desde el lado del reto deportivo-matemático.
(Parte menos seria)
No obstante, debo indicar que mi autoridad para escribir esto es mínima. El cambio vital que he sufrido hace unas semanas ha dejado al go casi de lado... Tengo al goban de 19x19 que me regaló mi suegro en una esquina de casa, poniéndome cara triste cada vez que lo veo.
Pero creo que más triste aún es el goban de 13x13... cuya función actual es de "estación de cambio de pañales". ¡Socorro! ;-)
Hace ya un tiempo leí una entrada de un jugador de go sobre la mala "venta" que tiene go en Europa.
Se refleja que el go echa para atrás a mucha gente, porque se presenta como algo muy difícil de jugar (cuatro veces una partida de ajedrez) , sólo al alcance de gente "rara" del mundo de las ciencias exactas.
Termina el escrito con una idea tipo "estudio de mercado"... y si siguiera esos pasos finalizaría con algo así como con la campaña de estolopodemosquearreglarentretodos.org o como se llame. Es decir, gastándose un dinero gordo para hacer publicidad insustancial.
Yo creo que el mejor camino y bastante barato, sería acercarse al go desde su vertiente cultural, como juego ancestro que es (el más viejo del mundo) y como elemento pedagógico que puede aportar mucho para mejorar el mundo en que vivimos. Y para acercar al go a personas interesadas en estas vertientes, tendriamos que convencer a responsables de centros culturales vinculados con actividades "orientales" y directores de educación. Por aquí podríamos encontrar un camino bastante eficiente, dado que el go encontraría un camino natural.
Mi experiencia personal en los torneos de go en España es muy breve pero vi a gente muy cerebral sin esas maneras de comportarse tan o más importantes que el resultado del propio juego en si, allá en las partidas que he podido disfrutar con jugadores orientales. Y ese ambiente lo consigue sólo alguien que se acerca al go desde el lado cultural, no desde el lado del reto deportivo-matemático.
(Parte menos seria)
No obstante, debo indicar que mi autoridad para escribir esto es mínima. El cambio vital que he sufrido hace unas semanas ha dejado al go casi de lado... Tengo al goban de 19x19 que me regaló mi suegro en una esquina de casa, poniéndome cara triste cada vez que lo veo.
Pero creo que más triste aún es el goban de 13x13... cuya función actual es de "estación de cambio de pañales". ¡Socorro! ;-)
Dicci-Paburou: pesimismo
Hace unas semanas leí de Biruvito, una entrada sobre el "Elogio del optimismo". Biruvito ve a los pesimistas como personas que enseguida bajan los brazos y se dan por vencidos. También es la visión general del pesismista. Por otro lado a los optimistas también se les suele ver como gente que no pisa el suelo de tantas ganas que tienen por ver las cosas positivas. Ni lo uno ni lo otro.
El equilibrio está en ser tanto optimista o pesimista, dependiendo del tema y del momento. Y no me preguntéis por qué, si no para qué. Pues para poder reaccionar y dar respuesta a nuestro análisis de lo que pasa por ahí afuera.
Ayer leí en el periódico del ayuntamiento de Bilbao que recibo gratuitamente todos los meses un buen artículo sobre el libro del "Elogio del pesimismo". El pesimismo "sano" también es bueno.
Supongo que combinar tanto el optimismo como el pesimismo en su justa medida nos da a la personas realista.
P.S.: aprovecho para agradecer al consistorio bilbaino que me haya enviado siempre el periódico, no importe donde viviera [Alemania, Vitoria, Otxandio, Etxebarri] sin ningún tipo de burocracia. Un periódico que me ha acercado siempre a mi querida ciudad, tanto cuando he estado lejos, como cuando he vivido en ella.
El equilibrio está en ser tanto optimista o pesimista, dependiendo del tema y del momento. Y no me preguntéis por qué, si no para qué. Pues para poder reaccionar y dar respuesta a nuestro análisis de lo que pasa por ahí afuera.
Ayer leí en el periódico del ayuntamiento de Bilbao que recibo gratuitamente todos los meses un buen artículo sobre el libro del "Elogio del pesimismo". El pesimismo "sano" también es bueno.
Supongo que combinar tanto el optimismo como el pesimismo en su justa medida nos da a la personas realista.
pesimismo.
(De pésimo).
1. m. Propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más desfavorable.
2. m. Sistema filosófico que consiste en atribuir al universo la mayor imperfección posible.
(De óptimo).
1. m. Propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable.
2. m. Doctrina filosófica que atribuye al universo la mayor perfección posible.
P.S.: aprovecho para agradecer al consistorio bilbaino que me haya enviado siempre el periódico, no importe donde viviera [Alemania, Vitoria, Otxandio, Etxebarri] sin ningún tipo de burocracia. Un periódico que me ha acercado siempre a mi querida ciudad, tanto cuando he estado lejos, como cuando he vivido en ella.
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