Siguiendo con lo que escribí en las últimas entradas, he encontrado unos artículos muy interesantes en mi lectura dominical de EL PAIS (creo que el menos malo de los periódicos en España).
Os destaco dos artículos, uno de un señor llamado Paolo Flores d'Arcais, titulado "La traición de la socialdemocracia". Dice cosas como las siguientes:
[...] "una opinión pública bien informada" debería constituir para los ciudadanos "la corte suprema", a la que poder "apelar siempre contra las públicas injusticias, la corrupción, la indiferencia popular o los errores del gobierno", como escribía Joseph Pulitzer (¡hace ya más de un siglo!), mientras que nada han hecho las socialdemocracias por aproximarse a este irrenunciable ideal.
No resulta difícil, por lo tanto, delinear un proyecto reformista, basta tener como estrella polar el incremento conjunto de libertad y justicia (libertades civiles y justicia social). Es imposible realizarlo, sin embargo, con los actuales instrumentos, los partidos-máquina. Porque pertenecen estructuralmente al "partido del privilegio". No pueden ser la solución porque son parte integrante del problema.
En resumidas cuentas, que para progresar necesitamos otros mimbres...
Por otro lado, en la edición impresa en la página siguientes, un muy interesante artículo sobre los treintañeros española: "La generación 'Peter Pan' está hipotecada". Acompaña un gráfico muy bueno en el que aparecen la pirámide de población española en 2009 con la mayoría de 30ñeros (más de 8 millones), su distribución según estado civil y modo de vida en vivienda y la evolución de número de hijos por mujer 1975-2008 (de 2,8 "el baby-boom"-desastre al 1,4 actual, igual su consecuencia). Las citas:
Subtítulo: "España tiene casi 8 millones de treintañeros, nacidos al final del 'baby boom' - Están desencantados y altamente endeudados - Son consumistas y buscan en el ocio la nostalgia de su infancia "
"Los treintañeros casados que buscan descendencia calcan, en su mayoría, esos parámetros de constantes dudas, considera Gil Calvo. ¿Sabré hacer bien de padre?, se preguntan. "Están atemorizados por hacerlo mal. Pero incapaces de imponer autoridad a los hijos optan por mimarles y por sobreprotegerles. Los protocolos de sus padres no les sirven y ahora carecen de manual de uso", comenta. Pero incluso en ellos -la pareja- se da una contradicción: culturalmente son transgresores y modernos pero sociopolíticamente conservadores. "Es una mezcla contradictoria y ambivalente", añade este sociólogo."
¡Jo..., vaya tropa!
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