30 de enero de 2010

Mi encuentro con la ontología o la web 3.0

Como muchos de los que me leen ya sabrán, trabajo en el mundo de la documentación técnica: elaborar manuales de operación, mantenimiento/reparación, formación, etc. Desde una cafetera a una central nuclear.

En un par de días voy a sentarme frente a unos señores que trabajan con centrales eléctricas y por ello me he tenido que sumergir un poco en el mundo de la documentación con la que trabajan.
Montar una planta de este tipo supone el trabajo de 3-4 años de muchas personas, todas ellas redactando sus propios documentos sobre las diferentes partes de estos complejos sistemas.
Con toda es información, que puede llegar a tener un volumen inmenso, se debe elaborar la documentación de operación y mantenimiento de la planta, que puede suponer unos 1.000 clasificadores de información, que se dice rápido.

Gestionar toda la información de proyectos industriales de manera homogénea y eficiente es el reto que tenemos los comunicadores técnicos (o en inglés "technical authors). Uno de las tecnologías que ha despejado el camino para este objetivo es el del lenguaje XML. XML es un primo del HTML. Los dos se diferencian básicamente en que HTML está pensado para publicar información y XML para transportarla. Hay muchos estándares de documentación basados en XML: DITA, S1000D, etc.

Pero mira que me meto en el mundo de las tendencias más innovadoras en documentación técnica de las grandes instalaciones y descubro que han dado un paso más además del XML y ¡han vuelto al mundo del "ser o no ser"! Me explico: para optimizar mucho más la gestión de la información en estos macro-proyectos se está haciendo una aplicación del desarrollo de la ontología: la web semántica o web 3.0.

Este tipo de tecnología de "web semántica" se basa en la ontología, una rama filosófica que reflexiona sobre el ente (el ser) y la manera en que se relacionan las entidades que existen.
Es decir, se vuelve al más puro Aristóteles, en versión actualizada.

Me he puesto a bucear y he encontrado en la Wikipedia el artículo que está traducido a 62 idiomas (entre ellos muy resumidamente el euskera) y por los ya bastos océanos de internet muchas información sobre la temática, incluso una disertación de una chavala de mi propia universidad, la uni de Karlsruhe. Finalmente, a partir de la web de la asociación creada para cuidar de la norma ISO 15926 he llegado a un expectacular árbol que explica una forma de relacionar los contenidos de una documentación. ¡Cuánta sustancia!

Ahora sólo espero que el próximo martes demos un buen primer paso y que en unos años (3-5) pueda estar trabajando en un contexto como este, tan moderno y tan filosófico a la vez...

1 comentario:

  1. Hola Pablo! Bueno solo quería matizar que HTML es más bien un subconjunto de XML ;)

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