27 de febrero de 2011

Nuevo inicio: tanshin funin 単身赴任

A partir de hoy hasta mediados de agosto voy a probar algo muy japonés: el "tanshin funin" (he encontrado una entrada en otro blog que habla sobre el tema).

¿De qué se trata? Básicamente estar separado de la familia por trabajo (por lo general entre semana). Esto se practica en muchas sociedades y en todos los tiempos, pero en Japón hasta tiene su propio término (nota: en Alemania también lo llaman "pendeln", que tiene algo que ver con el término "péndulo").

¿Y por qué? Pues porque mi empresa me manda a la central en España, en Barcelona, a que les ayude a ser más productivos. Hemos acordado una fase de tanshin funin, para que me acomode al nuevo trabajo y para encontrar un sitio adecuado para mi familia. En Septiembre, cuando volvamos de la estancia nipona-veraniega, Loba-chan, Purenomori-San y un servidor volverán directamente a Barcelona.

Este cambio es un principio temporal, máximo 2 años (acuerdo de palabra con mi empresa). El propio tiempo lo dirá, aunque ahora mismo esperamos poder regresar a Bilbao.

A ver qué tal nos va la aventura en los Països Catalanes...

24 de febrero de 2011

Por qué no nos vamos a jubilar y otras cosas

El domingo vi al geniel programa de Eduard Punset, esta vez entrevistando a un experto alemán en demografía, hablando del futuro en Europa.

Os recomiendo vivamente ver el programa (id la web de rtve). Deja bien claro porqué no funciona la natalidad en España y sí en Noruega. También nos aclara qué es lo que hay que hacer para poder seguir manteniendo la productividad del país en el futuro: habrá menos jóvenes, por lo que su formación/educación tendrá que ser más excelsa que lo que es ahora. Menudo panorama, darle la vuelta a la tortilla de la Formación/Educación.

A todo esto, Santiago Niño Becerra nos vuelve a recordar, que según él, en el futuro va a haber trabajo para muy pocos y por lo tanto con el salario bajo. ¡¡Preparémos pues, para el fin del mundo actual!!

¡Saludos positivos! ;-)

23 de febrero de 2011

Reacciones varias

(fuente: El País)

El gran Forges ha vuelto a acertar. Los dos comentarios son los que están boca de cada uno de nosotros cuando leemos el periódico.

Creo que yo suelo optar por la opción A, pero a veces me viene la cabeza también la opción B cada vez que leo la sección de Política de nuestra nación estatal...

¿Qué os parece? (tanto a los que viven en España como a los de otros parajes)

22 de febrero de 2011

Soledades entre muchedumbres

Hoy, una de mini-"gedanken":

Me acabo de encontrar la siguiente cita:
El hombre grande es aquel que en medio de las muchedumbres mantiene, con perfecta dulzura, la independencia de la soledad.
Ralph Waldo EMERSON

Al respecto de la soledad:

Mi antiguo profesor de religión, con el que sigo en contacto, siempre nos decía que el lugar donde más sólo se puede encontrar uno es parado en un pasillo de "El Corte Inglés" en temporada de rebajas.

No obstante, no es a ese tipo de soledad a la que se refiere Emerson.

La soledad dulce es algo que deberíamos buscar cada día un rato y aprovecharla para buscar el estado de shibumi, por ejemplo por medio de la meditación.

Y el uso de esta soledad es lo que nos puede hacer grandes personas.

¿No os parece?

19 de febrero de 2011

Prestar atención

Despistados, dispersos, disipados.

A todo y a nada; sin ton ni son; multitarea.

¡No!

Vísteme despacio que tengo prisa; poco y bien; paso a paso.

Cuando como, como; cuando duermo, duermo.

¡Si!

Otro buen artículo, "Sin tiempo para pensar", leído hace poco en el País Semanal (si, otra vez el mismo semanal), me abrió por fin los ojos y me hizo ver que la rueda de la multitarea no está atontando. No somos capaces de terminar lo que empezamos y nos dejamos distraer continuamente por mil y un fuentes de "ruido".

Cuando estamos en casa, enseguida encendemos la radio, muchos comen con la TV encendida o no pueden vivir o salir a la calle sin la música en las orejas. En el trabajo de oficina, el ordenador tiene muchas aplicaciones abiertas constantemente que nos distraen y no nos permiten centrarnos. En cuanto nos sentamos o paramos en la calle, no podemos dejar el móvil tranquilo y necesitamos saber algo del mundo virtual, olvidando el mundo real que está a nuestro alrededor.

Ahora que por la crisis debemos cambiar y ser por fin eficientes, los gurús de Stanford y las empresas lídeeres (Google, Apple, etc.) nos dicen que no podemos estar haciendo dos cosas a la vez bien. ¡Qué morro tienen!

Comentando todo esto con mi hermano, me dijo que él sufre estas distracciones mucho y que ha encontrado un blog muy bueno, ThinkWasabi (curioso nombre japonés), donde dan consejos y herramientas para ser más productivos y menos dispersos, y así defendernos de todos estos virus que nos acosan.

Ya me he "sindicado" al blog y cuando tenga tiempo y pueda concentrarme, me proveeré de todas aquellas herramientas que recomiende. :-)
Arigatou, brother!

18 de febrero de 2011

Los ejemplos que no lo son

En mis anteriores entradas hablé de que debemos educar con el ejemplo.

Una cultura donde vivir en harmonía y en la que es vital comportarse de forma que no haya malas vibraciones, ésa es la cultura japonesa. Pero el dar buen ejemplo se lleva hasta el otro extremo, en el que áquel que comete un error grave puede tener la obligación "moral" de suicidarse. Y si no tiene el valor para quitarse la vida, el estado (como otros muchos páises) le ayuda con su pena de muerte.

Este punto de vista negativo sobre uno de los extremos de la sociedad japonesa está muy bien descrito en el árticulo del País Semanal "42 años esperando la muerte" que he terminado de leer hace poco.

Del artículo citado:
Iwao Hakamada, de 74 años, es la persona que más tiempo lleva en un corredor de la muerte en todo el mundo. En 1968 le culparon de matar a cuatro personas. Muchos piensan que todo fue un montaje de la policía. Cada mañana que despierta en su celda de Tokio no sabe si será la última. En su país, las ejecuciones -668 desde 1946- llegan con solo una hora de preaviso.


Es especialmente interesante ver cómo un 85% de los japoneses apoyan la pena de muerte, pero no tienen interés en que el proceso que lleva a ella sea transparente. Hay poca presión para cambiar esto. Algunos apuntes sobre lo leído:
  • Desde 1948 hasta hace pocos meses no se había visto por dentro las salas de ejecución.

  • Al reo a muerte le pueden comunicar su ejecución cualquier día, a primera hora de la mañana, una hora antes de morir, por lo que viven en un estado cruel de tensión continua. Inhumano.

  • Sólo se han anulado 2 penas de muerte en todo este tiempo. A saber cuántos inocentes han muerto y cuántos culpables no han tenido una segunda oportunidad tras un (grave) error en su vida.

  • Todavía se utiliza la horca, medio muy primitivo, doloroso y normalmente lento o no 100% seguro de ejecución.
Os recomiendo leer el final del artículo... produce desasosiego.

Tengo mucho respeto por muchos principios de la cultura y la sociedad japonesa. Pero este punto de la pena de muerte choca de frente con mis valores humanos.

¿Qué os parece a vosotros? (especialmente a aquellos que también les gusta el Japón)

3 de febrero de 2011

Con el ejemplo se educa (y II)

Gracias a Itzi-Pitzi, me ha llegado un vídeo que resume mucho mi parrafada del día pasado.

A ver si nos damos por aludidos...

"Paz y amor, paz y amor, hermano."

(link para ver el vídeo directamente en youtube)