16 de junio de 2010

¡¡Auricuman, mi héroe!!

¡Mi primo Albar me lo ha encontrado! ¡Que venga para Bilbao!

(ver vídeo adjunto a continuación...)



Espero que en breve también aparezca "Silencioman" y les de su merecido a los que van con cascos haciéndonos oir a todos su [piiiii] ruido (que no música) [supongo que sería un nuevo archienemigo de Auricuman].

A mi personalmente no sólo me molesta oir la música del otro en un lugar como el metro, también me molesta ver que esa persona, aunque esté junto a mí, se ha aislado completamente; no quiere saber nada del entorno. Y no hablo de los chavales que están jugando a la maquinita embobados... (yo en los 80 jugué a las maquinitas también, pero creo que no llegué a este nivel de embobamiento).

Menos mal que hay una mayoría de gente aún que si cree que pierde algo de tiempo, simplemente está tranquila o ¡lee un libro!

En Japón se lo tienen mejor montado y en los trenes se respira paz plena, siempre que uno no vaya enlatado como una sardina (es decir, no cojas el tren en hora punta...).

Equilibrio, equilibrio...

No hay comentarios:

Publicar un comentario